BLOG / 03 de Abril de 2018
CLÁSICOS X METRO
Hoy les compartimos una de esas reseñas que dan felicidad: la concreción de un proyecto trabajado codo a codo y en equipo. Proyecto que hoy es una bella y original colección de cuentos clásicos ilustrados fruto del trabajo creativo y colaborativo de Graciela Fernández (editora de Nubifero Ediciones) y las ilustradoras Paula VentimigliaVerónica Fradkin , Fernanda Dragone y el ilustrador Camilo Rodriguez. Desde ADA acompañamos y fuimos testigos del día a día de la campaña de financiamiento colectivo en Panal de Ideas para que este proyecto de “Clásicos por metro” se convirtiera en realidad.
Hoy estos clásicos reversionados de Caperucita, Pinocho, Alicia y El Principito ya son una realidad. En pliegos de 1 metro de extensión, cada historia se narra con imágenes en blanco y negro, en distintas técnicas y con efecto final estilo grabado. Conversamos con las ilustradoras Paula y Verónica y con Graciela, editora, quienes nos contaron sobre el proceso de realización, la campaña y el futuro cercano de la colección. -¿Cómo y cuándo surgió la idea del proyecto? Graciela: A fines de 2015 (luego de graduarme) y de pasar algunos problemas de salud me replanteé no dejar pasar los proyectos, no esperar el momento ideal, sino salir a buscarlo. Inauguré mi sello editorial Nubífero Ediciones y comencé a editar a puro pulmón y pasión. Como siempre me relacioné y trabajé junto a ilustradores, artistas plásticos, diseñadores, promotores de la cultura y en general gente talentosa, pude mantener una relación fluida con ellos  y conté con su apoyo para dar forma a este proyecto. Se sucedieron intercambios de ideas con Paula Ventimiglia (ilustradora de Caperucita Roja): nos juntábamos a ver los libros, a comentarnos ideas, a recorrer ferias y locales, a pensar…”si tuviéramos la oportunidad nos gustaría hacer tal o cual libro”. Ella tiene ideas muy claras y el gusto por lo bello del diseño que me ayudó a definir la idea hasta que un día decidimos probar con el sistema de financiamiento colectivo.
¿Habían participado anteriormente de una experiencia como esta? ¿Qué balance hacen de la experiencia? Graciela: la idea surgió de ver que el proyecto se podía realizar y las ganas que teníamos de hacerlo aunque económicamente trabajando sola no podía. Además porque creo en el trabajo en equipo y en difundir cultura mediante libros. Por mi cuenta y por su lado alguno de los ilustradores habíamos participado como “activistas” o “aportantes” en distintas plataformas en proyectos que nos gustaban. Esa era nuestra experiencia, desde fuera de los proyectos. Y comenzamos a averiguar con Paula cómo sería presentar uno propio y lanzarlo con mi editorial luego de mucho trabajo previo. Nos dimos cuenta que los días de campaña son intensos, que hace falta estar presentes y poner el cuerpo. Pero se aprende muchísimo a comunicar y me descubrí día a día superando lo que creía que podía llegar a hacer. Además encontré en los ilustradores que trabajaron para estos libros a compañeros incansables y creativos que me siguen sorprendiendo a diario y espero poder hacer más visible su arte gracias a publicar libros con ellos y con más ilustradores.
¿Cómo fue la relación ida y vuelta editora-ilustradores? Graciela: ¡fue muy bueno! Debo decir que conocernos previamente de experiencias anteriores con los ilustradores, su forma de trabajar y su gran capacidad de transmitir con imágenes facilitó la relación fluida y casi diaria. Es un gran avance ser ilustradora para conocer los tiempos, la información y la forma de trabajo que un ilustrador utiliza y necesita aunque, de todas formas, lo importante es presentar una idea clara desde el comienzo y una relación de respeto. En cuanto a lo práctico, elaboré el material primario como: maqueta, planillas con información por cada cuento, sugerencias de momentos a ilustrar, planilla de trabajo por etapas (tiempos, objetivos), esquemas, etc. Y coincidimos en ver los primeros bocetos para definir el estilo que presentaba cada ilustrador y ahí si arrancar con todo el trabajo de la ilustración central de 1 metro y las demás.  
¿Cómo surgió la idea general de esta colección de clásicos con la ilustración como protagonista absoluta?   Graciela: la propuesta de mi editorial está basada en la potencia narrativa de la imagen en los libros y los cuatro títulos de estos clásicos integran la colección “Forma y Lectura” que combina como premisa contenido- formato y su relación. Estos cuatro clásicos son distintos entre sí en su versión original, unos con texto muy breve y otros con muchos capítulos y extensos, pero todos tienen en común el conocimiento de su historia (o lo más popular modificado por modas o censuras) por parte de los lectores a través de los tiempos. La imagen los atraviesa a todos y puede recorrer diferentes generaciones y narra en sí misma con detalles que el lector descubre en cada rincón.
¿Cómo se seleccionaron los cuentos y cómo se decidió cual ilustraba cada uno? Graciela: en las reuniones con Paula hicimos una lista pensando en el potencial de cada historia, en la fuerza del personaje. Ella tiene a Caperucita como uno de sus cuentos favoritos y veníamos pensando en hacer algo juntas así que fue natural que ella lo ilustrara y yo estaba ansiosa de ver toda su creatividad puesta en una nueva Caperucita, el resultado fue genial.
Por mi parte fui evaluando el sector, con todas las versiones que ya existían de los clásicos y lo que podría aportar yo al mercado y que mostrara originalidad. Teniendo ya seleccionados los títulos para el proyecto y a los demás ilustradores que, ni bien les comenté la idea se sumaron con todas las ganas, lo siguiente fue unir según el estilo de cada uno con lo que la historia necesitaba. Para Alicia la forma de contar con su arte de Camilo Rodríguez era ideal, él es animador de cine además de ilustrador  y el mundo de Alicia es como un gran película que supo interpretar en la imagen contínua de 1 metro. Para El principito, una historia con mucha poesía, en un entorno de amistad y nostalgia, las ilustraciones soñadas de Fernanda Bragone eran la forma necesaria de llevar adelante este libro y el resultado fue encantador. En cuanto a Pinocho, era todo un desafío, una historia larga con muchos capítulos y muchos escenarios que atraviesa el personaje. Sabía que Verónica Fradkin seguía la historia de este personaje con algunas versiones y sumando esto a su gran calidad de dibujo no dudé de su capacidad de resolver este trabajo. En poco tiempo me presentó unos bocetos increíbles aportando metáforas, detalles y guiños en cada rincón de sus ilustraciones.
¿Y el formato fuelle desplegable? ¿Cómo surgió? Graciela: contar una historia que se lea de forma continua y en imágenes necesitaba de un soporte continuo y a su vez el soporte le daba sentido y potenciaba el seguimiento del personaje, su drama en el entorno. Todo se podía apreciar al mismo tiempo, como si estuviéramos en un cine 360º y como lector podíamos meternos así en toda la historia. La forma de llevarlo a la práctica era plegarlo para poder encuadernar y además nos permitía utilizar en reverso para la presentación y para las viñetas que muestran detalles de los personajes y resaltan aspectos no tan populares de los cuentos.
¿Cómo fue la elección de la paleta blanco-negro y la búsqueda plástica de cada una? Graciela: la elección del blanco-negro también fue algo pensado con Paula. De nuestras recorridas por Ferias teníamos el gusto por la impresión de ilustraciones en base a grabados, por el trazo que se podía conseguir y la fuerza del blanco y negro. Y considerando el costo de impresión era una forma de resolverlo.
Paula: ilustrar mi versión de Caperucita fue un sueño hecho realidad  ya que es mi cuento clásico favorito y por ende, tenía dando vueltas en mi cabeza a los personajes hace rato. La historia es algo que tenemos muy incorporada así que el desafío pasó por darle mi toque personal desde el dibujo y diseño de personajes. La premisa de la colección era realizar estas historias con una estética de cuento clásico, por eso me decidí por la técnica del “falso grabado” para realizar las ilustraciones. Debo reconocer que no hice la ilustración de 1 metro, sino que fui generando las imágenes por páginas y luego uní todo en Photoshop.
Verónica: ilustrar Pinocho fue realmente un desafío, por un lado no es un clásico del que me haya sentido muy allegada de chica y sobre todo por la extensión que tiene el texto. Luego vino el trabajo de seleccionar  escenas importantes, personajes, cuál iba a ser mi idea personal. En definitiva el sello que le quería poner a ese metro en el que me tocaba desarrollar mi propio Pinocho.
Lo esencial era mostrar la pulsión vida por sobre las desgracias en la que se encuentra involucrado este muñeco de madera era importante remarcar saltando o pasando diferentes obstáculos y la ayuda que recibía.  Comenzar con el árbol de cerezo pelado y terminar con el mismo árbol florecido...la misma escena de abrazo, pero distinta. Elegí el uso de la línea como medio expresivo, elaboré las escenas por separado y luego las fui uniendo hasta llegar al metro.

Presente de la colección: Graciela: actualmente estoy en la etapa de distribución y promoción no solo en librerías sino también en escuelas y talleres. En breve comienza la Feria Internacional del Libro de Bs. As. y estos clásicos plegados estarán presenten en la gran fiesta del libro, en el stand amigo de Ed. Nazhira, que distribuye nuestro catálogo y en agosto en la Feria de Editores en Ciudad Cultural konex. ¡Muchas Gracias Graciela, Paula y Verónica! ¡Y que sigan los éxitos!  

Colección “Clásicos por metro”

http://www.nubiferoediciones.com.ar/

nubiferocontacto@gmail.com

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